Bodega 4ojoswines
Olga (El Puerto de Santa María), Lucía (Rota) y Desirée (Cádiz), se conocen en el año 2012 cursando el Grado de Viticultura y Enología que se imparte en la provincia de Cádiz. Al finalizar sus estudios sus ilusiones se basan en trabajar en una bodega. Pero tras una búsqueda infructuosa (nadie las llama para trabajar), toman la decisión de unir sus fuerzas y conocimientos para “montárselo por su cuenta”. Al principio no sabían exactamente en qué embarcarse (vinoteca, sala de cata, enoturismo…) y terminaron haciendo lo más sencillo y lo más complicado a la vez. Elaborar un vino.
La variedad con la que deciden elaborar es la Moscatel de Alejandría. Ellas creen que ese fue su mayor acierto. Tres mujeres sin dinero y sin nombre, ni familia bodeguera en el Marco de Jerez tenían poco que decir, salvo que hicieran algo nuevo. En el mundo del vino hacer algo nuevo es difícil o imposible, pero se pueden encontrar lagunas. Es necesario diferenciarse y lo saben.
En la provincia de Cádiz la Moscatel es una variedad reina pero que todo el mundo (hasta ese momento) utilizaba para la elaboración de vino dulce. Así que ya tienen claro que van a elaborar moscatel seco. Para ese primer vino encontraron a un viticultor en Chipiona que les vendió uva moscatel. Tras unos meses de incertidumbre debido a problemas técnicos, sale a la luz Contratiempo. Su nombre, pues lo dicho, se debe a los muchos contratiempos que sufrieron durante el camino.
En marzo de 2016 ve la luz Contratiempo, moscatel seco joven. Comienzan a vender a familiares y amigos y envían una botella al Restaurante tres estrellas Michelín, Aponiente de Ángel León. En una cata a ciegas resulta elegido para entrar a formar parte de su carta. Se quedan con la producción íntegra (salvo lo vendido a familiares). De hecho continúan formando parte de su carta y elaboran de forma exclusiva un vino para el restaurante (‘La Má’).
En este momento comienza la historia de 4ojoswines. Y crean, por fin, su empresa. Consiguen a través de adjudicación del Ayuntamiento de EL Puerto, la nave que se convierte en su pequeña bodega. Y que llega justo a tiempo para la segunda vendimia.
En agosto de 2016 compraron 2 depósitos de acero y una media bota de oloroso…en septiembre la uva. Por fin encontraron lo que querían: moscatel de albariza. Moscatel de El Puerto de Santa María. Moscatel 100% gaditano, donde la tierra aportara salinidad y personalidad al vino. Que fuera, por tanto, diferente a cualquier otro tipo de moscatel seco de otras zonas. La segunda añada ya es completa de uva moscatel de la Finca La Blanquita en el (renombrado) Pago de Balbaína. Además de Contratiempo se suman a la familia Molinero (ahora Meunier, Molinero en francés, debido a un problema legal con otra empresa con nombre similar) y Desvelao. En sucesivas añadas hasta la actualidad van aumentando su producción y sus referencias, también con tintos, que no dejan indiferente.
Ahora la nave-bodega se les queda pequeña y esperan pronto disponer de un nuevo espacio que les permita seguir creciendo, sin abandonar la artesanía y honestidad de sus vinos. Se han convertido en “las niñas” del moscatel seco en la provincia. Sus vinos desde hace un tiempo se aprecian en muchos lugares de España y, desde hace algo menos también fuera del país. Su futuro es más que prometedor, se perfila brillante. Para no perder de vista.
Su trabajo recibió el año 2018 el reconocimiento a la ‘Iniciativa Empresarial’ por parte de la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE). También trabajan en incorporar sus vinos a la Indicación Geográfica Protegida (IGP): Vinos de la Tierra de Cádiz.
Filosofía
Una bodega artesana 100% donde se muestra el vino de manera sincera, donde la mínima intervención es la que prevalece. Son tradicionales en sus métodos de elaboración, aunque sus vinos puedan ser tildados de alternativos. La reina de la bodega es y será la Moscatel de Alejandría, variedad a la que le deben todo y a la que aman, creen que aún tienen mucho por hacer con ella. La producción actualmente es de 8000 botellas.
Un proyecto que Gaditaun siente como suyo, tras algo más de 2 años trabajando con ellas. Nuestras niñas.
